El Pecado Original

El Pecado Original

El pecado original, frase que evoca separación de la presencia de Dios, producto de la desobediencia de nuestros primeros padres; Adán y Eva, al dejarse arrastrar por sus bajas pasiones y concupiscencia de la carne, abriendo una brecha que se ha hecho inmortal en todos éstos años y que aún en nuestros días nos persigue, aprendamos entonces, cuál es el pecado original, que logró apartarnos de todo lo bueno que Dios tenía preparado para nosotros.

¿Qué es El Pecado Original?

Muchos nos hemos hecho la pregunta ¿en qué consiste el pecado original? Como su nombre lo indica fue el primer pecado, realizado por Adán y Eva en el huerto del Edén, donde fueron abiertos los ojos de los hombres, corrompiendose en gran manera y trayendo como consecuencia la separación inmediata de la gracia de Dios.

La historia del pecado original, se remonta en los inicios de la creación, bíblicamente en el libro de Génesis (comienzo), después que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza y le dio a la mujer, para que fuese su ayuda idónea y señorearan la tierra.

Dios le permitió que hicieran uso responsablemente de toda la creación, dejándole sólo una pequeña tarea, que debían cumplir a cabalidad “No comer del árbol de la vida”, sólo eso y tendrían la certeza de que vivirían eternamente en el huerto del edén.

Sin embargo, satanás, decidió sabotear los planes de Dios y llegándose a la mujer en forma de serpiente, comenzó a hablar con ella, a fin de persuadirla para que comiese del fruto del árbol de la vida, diciendo, que Dios lo que no quería era que se convirtieran en dioses y por eso le había prohibido que comiesen de aquel fruto.  

La mujer dejándose llevar de las astutas palabras y de lo hermoso de aquel fruto, comió y también le dio a comer a su esposo, abriéndole los ojos, dejando ver su desnudez, no sólo de cuerpo sino también de espíritu.

El Pecado OriginalComo toda acción tiene una consecuencia, Dios repudió su falta de integridad y de sujeción, y fueron expulsado, del huerto del edén, producto de su desobediencia, para ser castigados ellos y con ellos cada una de sus generaciones, arropándonos a todos como coherederos de ese pecado.

Recordemos éste evento en Génesis 3:1-6, versión Reina Valera, la cual, nos relata textualmente de la siguiente manera.

 “Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;

pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella”

Así que el pecado original, es una trasgresión teológicamente hablando, realizada por Adán, donde todos y cada uno de nosotros, hemos heredado o adquirido una naturaleza pecaminosa, cayendo de la gracia de Dios, como lo indica Romanos 5:12:

12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Pero, a pesar de ello, te tengo buenas noticias, éste pecado generacional, fue vencido en la cruz del calvario y con la remisión de pecado; donde sólo basta que el hombre comprenda que es un pecador y que le es necesario nacer de nuevo, para restablecer esa ruptura creada por Adán y Eva, veamos 2 Corintios 5:17:

De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura {es}; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.

Y agregando más en Romanos 6:4-6:

Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos {a El} en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también {en la semejanza} de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {El}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado.

Sacramento Que Nos Quita El Pecado Original

Si estudiamos sobre el pecado original en la biblia católica, podemos decir, que se manejan los mismos términos de caída, desobediencia y separación, expresando dos tipos de pecado original:

Originate

Es el hecho pecaminoso o pecado original, narrado anteriormente provocado por la rebeldía de Adán y eva.

Peccatum originale originans

Referido a la desbastadora consecuencia que arrastró tal pecado, que comprometió a toda la raza humana, hasta nuestros días.

Trayendo dolores en diferentes proporciones, como el caso de la mujer a la hora del parte, el sufrimiento del hombre para llevar el pan a la casa, la capacidad diaria para cometer errores y lo más frustrante la pérdida de la inmortalidad para siempre.  

El Pecado Original y sus implicancias, por R.C. Sproul – BLOG TEOLOGIA PARA  VIVIR

En vista de ello, la iglesia católica, considera que el acto del bautismo, representa el sacramento perfecto para erradicar el pecado original, de nuestra vida, de allí la importancia de realizarlo a muy corta edad.

Donde éste acto incorpora la presencia de elementos como: Velas, agua y óleo, como símbolos de purificación y presencia humana como los padrinos como señal de unos segundos padres, que se comprometen ante Dios a velar por la correcta educación tanto académica como espiritual del infante.

Sin embargo, para los cristianos evangélicos, consideran que ésta práctica es completamente errónea, porque la Biblia, nos manda a que el bautismo no es por aspersión, sino más bien es por inmersión, de acuerdo a las enseñanzas bíblicas, siendo el más puntual y trascendental, cuando Jesús en su caminar por la tierra, fue obediente y como señal de sujección fue bautizado por Juan el Bautista, recordemos éste gran acontecimiento.

13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.

16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.

17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Mateo 3: 13-17

Así que los evangélicos, realizan esta práctica, tal como la hizo Jesús, afirmando que deberá llevarse a cabo, cuando la persona tiene la capacidad y conciencia para reconocer que es un pecador y que el bautismo representa un compromiso de obediencia, que establece Dios, como un símbolo de dejar ese viejo hombre, para vivir una vida en santidad, conforme a lo que nos señala nuestro manual de instrucciones “La Biblia”.

Así que mi querido lector las cartas están echadas, si deseas romper con el pecado original, ven a Jesús, reconociendo que él es tú único y suficiente salvador y entra en el gozo de tú Señor.

Y para que sepas más sobre los que gestaron el pecado original te invito a que leas: Quienes Fueron Adán y Eva

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